Un libro infantil sobre una tortuga muy especial - A partir de 5 - 6 años
CAPÍTULO 1
Gertrudis es una tortuga muy especial.
En su caparazón tiene un montón de cosas increíbles como, por ejemplo, una videoconsola, un sofá, una televisión de plasma, un jacuzzi, un frigorífico lleno de helados y una cesta llena de peluches.
Gertrudis es la tortuga más feliz del mundo. No tiene que preocuparse de nada porque en su mágico caparazón tiene todo lo que desea.
Gertrudis está tan cómoda dentro de su caparazón que rara vez saca la cabeza. Las demás tortugas quieren hablar con ella, pero Gertrudis se pasa casi todo el día encerrada dentro de sí.
—¿Cómo estás Gertrudis? —le pregunta Cecilia, una vecina tortuga.
Pero Gertrudis no la oye porque está encerrada dentro de su caparazón, viendo la tele y comiendo palomitas.
—¡Ey, Gertrudis! —le dice Pedro, otra tortuga muy alegre—. ¿Te apetece dar hoy un paseo?
Pero Gertrudis tampoco lo escucha porque, dentro de su caparazón, tiene la música a todo volumen.
—Gertrudis —le dice Pablo, uno de sus hermanos—, los chicos y yo vamos a dar una vuelta. ¿Te apuntas?
Pero Gertrudis está dentro de sí, muy cómoda en su caparazón, jugando a la videoconsola y dándose un relajante baño en el jacuzzi.
En su caparazón tiene un montón de cosas increíbles como, por ejemplo, una videoconsola, un sofá, una televisión de plasma, un jacuzzi, un frigorífico lleno de helados y una cesta llena de peluches.
Gertrudis es la tortuga más feliz del mundo. No tiene que preocuparse de nada porque en su mágico caparazón tiene todo lo que desea.
Gertrudis está tan cómoda dentro de su caparazón que rara vez saca la cabeza. Las demás tortugas quieren hablar con ella, pero Gertrudis se pasa casi todo el día encerrada dentro de sí.
—¿Cómo estás Gertrudis? —le pregunta Cecilia, una vecina tortuga.
Pero Gertrudis no la oye porque está encerrada dentro de su caparazón, viendo la tele y comiendo palomitas.
—¡Ey, Gertrudis! —le dice Pedro, otra tortuga muy alegre—. ¿Te apetece dar hoy un paseo?
Pero Gertrudis tampoco lo escucha porque, dentro de su caparazón, tiene la música a todo volumen.
—Gertrudis —le dice Pablo, uno de sus hermanos—, los chicos y yo vamos a dar una vuelta. ¿Te apuntas?
Pero Gertrudis está dentro de sí, muy cómoda en su caparazón, jugando a la videoconsola y dándose un relajante baño en el jacuzzi.
FINAL DEL FRAGMENTO
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